Las 4 Leyes Espirituales
1ª La persona que llega es la persona
correcta.
La mayoría de nosotros nos hemos quejado
en algún momento de nuestra vida, de la mala suerte que hemos tenido por haber conocido
a una o a varias personas, por haber tenido relaciones de pareja con otras,
etc.
Pero la verdad es que lo que nos pasa
depende más de lo que nosotros necesitamos para aprender y para realizar los
cambios necesarios para evolucionar, que de la mala suerte o del destino.
Hasta que no comprendamos que la vida
es una escuela de aprendizaje, en la que repetiremos las lecciones hasta que las aprendamos.
No podremos empezar a encontrar a las
personas que nos gustaría tener en nuestra vida.
Si repetimos las mismas actitudes el
resultado será el mismo.
Cambiemos nosotros, seamos para los
demás el tipo de personas que nos gustaría encontrar en nuestra vida, y de
pronto nos sorprenderá, porque empezaremos a encontrar el tipo de personas que
enriquezcan nuestra vida.
Y no es que haya cambiado nuestra
suerte, nosotros seremos lo que habrá cambiado
y nos encontraremos lo que nos merecemos
en ese momento.
2ª Lo que nos sucede es la única cosa que nos podía haber
sucedido.
Otras veces, la mayoría de nosotros
en algún o en muchos momentos de nuestra vida, nos quejamos de lo que nos pasa,
sin darnos cuenta de que lo que nos pasa, es la única cosa que nos podía pasar en
ese momento para que nosotros aprendamos la lección que tenemos que aprender,
de cada cosa que nos sucede.
Cuando nos ocurran estas cosas que no
nos gustan, que desde nuestro punto de vista son negativas o que nosotros creemos que no deberían sucedernos,
preguntémonos.
¿Que tenemos que aprender de lo que
nos está sucediendo y que tenemos que cambiar en nuestra forma de ser o en
nuestra actitud para que eso que nos pasa no vuelva a ocurrir?, y como en un examen si acertamos, lo
superaremos y ya no se volverá a repetir.
3ª En Cualquier momento que comience
es el momento correcto.
La mayoría de nosotros en algún o en
muchos momentos de nuestra vida nos hemos quejado, diciendo:
¿ Por qué tenía que pasarme esto ahora
precisamente en este momento tan inoportuno?.
Las cosas o las relaciones, comienzan
en el momento que han de comenzar, para
que nosotros despertemos y aprendamos a superarlas:
En
cualquier momento
En
cualquier Lugar
En
cualquier situación
Para las cosas que nosotros creemos
que son negativas para nuestra vida, nunca es un buen momento para que
comiencen.
Pero precisamente empiezan cuando
deben comenzar, para ayudarnos en nuestro aprendizaje, no cuando a nosotros nos
gustaría.
Y esa es la lección que debemos
aprender.
4ª Cuando algo termina, termina.
A casi todos nosotros, se nos ha
terminado alguna relación de pareja, o de amistad, Etc.
Y nosotros nos hemos negado a
aceptarlo y hemos sufrido en el momento de la ruptura, o de la finalización, de
eso que no deseábamos que finalizara, y nos hemos quedado enganchados, tristes,
dolidos, durante un tiempo más o menos largo, queriendo continuarlo.
Pero hemos de entender que cuando
conocemos a una persona es porque necesitamos conocerla, para aprender/enseñar,
algo.
Y que cuando ha pasado el tiempo de
aprendizaje, de los dos, o de uno de los dos, se termina.
Y si hemos aprendido la lección muy
bien para nosotros, si el otro ha aprendido la lección, perfecto para él o
ella.
Pero por mucho que
lloremos
Por mucho que esperemos
Por mucho que roguemos
Cuando algo termina, termina y solo
nos queda el mirar dentro de nosotros y ver:
Que hemos aprendido con
esa relación, sea del tipo que sea
Que hemos aportado a la
persona que ha estado con nosotros
Que teníamos que haber
aprendido y no lo hemos aprendido
Que teníamos que haber
dado y no hemos dado
Que teníamos que haber
hecho y no hemos hecho
Eso es lo que realmente nos ayudara, no
el estarnos quejando o compadeciendo de nosotros mismos y quejándonos de que
dura es la vida y pensando que nosotros no nos merecemos lo que nos está
pasando, que es lo que hemos hecho o hacemos la mayoría de nosotros.
Así que la lección de hoy es estar
agradecido:
Por las personas que
conocemos y por las que están en nuestra vida.
Por todas las cosas que
nos suceden.
Por el momento en el
que comienzan.
Y por el momento en que
terminan.
Alfonso
Rivilla
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